(21-dic-2022) Hoy hace exactamente un año de mis votos perpetuos en el celibato profesados en el Santuario de la Cruz de los Milagros, origen de nuestro pueblo correntino. Un día feliz. Un día especial e inolvidable. Un día que selló la voluntad de Dios para siempre en mi vida.
Todo empezó cuando en mi adolescencia participaba a un retiro y me detuve la mirada sobre una monja que pasaba de lejos y surgió la siguiente pregunta en mi corazón: ¿cómo puede una persona ser capaz de dejar todo, renunciar casa, trabajo, familia, hijos y vivir así sólo para Dios? Pero yo sabía que no quería ser monja. No me sentía llamada a usar un hábito…
Los años se pasaron, tuve una adolescencia normal: estudiaba, iba a fiestas, tuve novios, soñaba con una carrera profesional etc. Hasta que en junio/2008 conocí la Comunidad Católica Shalom y escuchando el testimonio de una hermana célibe y misionera, volvió a mi corazón la misma pregunta, pero esta vez la hermana era laica y llevaba un jean y una remera común. ¡Era eso! Encontré mi lugar en la Iglesia.
Hice dos años de discernimiento vocacional (2009 y 2010) para poder ingresar a la Comunidad y el día 14/04/2011 partía en misión hacia Mossoró (Brasil), luego en el 2012, fui hacia la Casa de Formación en Pacajus (Brasil) y al salir de ahí, fui para la Casa Madre del Carisma en Fortaleza (Brasil), en el 2013. Pero el Señor quiso enviarme un poco más lejos y me envió a anunciarlo a Roma (Italia) a fines del 2014. Fueron años importantes en mi vida consagrada, sobre todo en el camino de discernimiento de mi estado de vida. Pues en la Comunidad vivimos los tres estados de vida, los célibes, los matrimonios y los sacerdotes en una vida comunitaria, en el deseo de reflejar la comunión de la Santísima Trinidad en la complementariedad de los estados de vida.
Fue un fuerte e intenso camino de discernimiento fundamentado en la oración, dirección espiritual, sacramentos y sobre todo contando con la poderosa intercesión de Nuestra Madre María que me tomó de la mano y me ayudó a decir Sí y a ir madurando la respuesta al Señor.
No fue un camino del todo fácil porque, aunque sintiendo el llamado al celibato me enamoré algunas veces y no fue fácil decir No a la posibilidad de formar una familia y tener hijos, pero cuando me ponía de rodillas delante del Señor, mi corazón sabia que solamente a Él quería realmente pertenecer y que era llamada a generar hijos espirituales y educarlos para el Cielo.
Fue así que, en el deseo de cumplir fiel y radicalmente la Voluntad del Señor, el día 07/02/2016 profesé mis primeros votos en el celibato. A cada año renovaba el compromiso, crecía el amor y el deseo de todo dar al Señor, sin reservas y sin nada retener.
En el año de 2018, llegué a Corrientes para fundar la misión Shalom en Argentina, lugar en el que Dios sembró semillas de amor eterno en mi vida pues el día 21/12/21 profesé mis votos perpetuos en el celibato por el Reino de los Cielos. La liturgia era bellísima, la voz del Esposo me llamaba, las canciones elegidas hacían parte de todo mi camino vocacional, tantas personas queridas y amadas estaban presente, incluso mi mamá y mi hermana que vinieron desde Brasil para mi casamiento y otros que acompañaban por YouTube.
Hoy pasado un año puedo repetir las palabras de Isabel presentes en el Evangelio de aquel precioso día: “Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor.”
Quiero anunciar la fidelidad del Señor en mi vida acá y en la nueva misión que Él me confió para 2023. Parto nuevamente para fundar una nueva misión Shalom en Italia en la ciudad de Ferrara. Y llevo en el corazón la gratitud por todo lo vivido en mi Corrientes porá.
Aline Teixeira – Comunidad Católica Shalom www.comshalom.org/es @comshalom @shalomcorrientes @alinetbl
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