Vistas a la página totales

21 agosto 2024

Subsidio 1 - Año vocacional

AÑO VOCACIONAL

Subsidio n. 1

Lema: Tú, sígueme

“Y se decían: ¿No ardía nuestro corazón dentro de nosotros mientras nos hablaba en el camino, cuando nos enseñaba las escrituras?” (Lc 24,32).

PALABRAS DE MONSEÑOR ANDRÉS STANONIK

Una de las experiencias humanas más hondas de la vida es sentir que no estamos solos, que somos reconocidos, amados y llamados a caminar junto con otros.

El impacto que les produjo a los discípulos de Emaús, profundamente decepcionados de la vida, fue precisamente el hecho de que alguien se acercó y les habló, los acompañó, los escuchó y se quedó con ellos. Ese alguien es Jesús resucitado, que hoy continúa ofreciendo su cercanía y su escucha, sus palabras de aliento, y su voluntad de quedarse a compartir lo mejor que él desea poner en nuestros corazones.

Nuestra familia arquidiocesana también se siente hoy impactada por la presencia del Resucitado. Sentimos que se acercó de un modo nuevo para hablarnos y, con sus palabras de esperanza, hacer que ardan nuestros corazones.

Pidamos que Jesús se quede, y con sus palabras nos enseñe cuál es nuestro lugar en la comunidad y cómo quiere que estemos al servicio de nuestros hermanos.

Por ello, reconocemos gozosos que fue el Espíritu Santo quien inspiró el “Año Vocacional”, para que todos los bautizados oremos, reflexionemos y nos sintamos nuevamente amados y llamados a vivir con alegría nuestra vocación cristiana.

Ponemos en las manos de nuestra Tierna Madre de Itatí este providencial acontecimiento arquidiocesano, para que con la confianza que Ella nos inspira, abracemos sin temor el signo de amor más grande que se nos ha revelado en la Santísima Cruz de los Milagros, signo que nos interpela a responderle con una total entrega de nuestra vida.

Con este subsidio deseamos compartir periódicamente lo que iremos desarrollando durante el Año Vocacional.

OBJETIVOS GENERALES

• Sensibilizar a los bautizados sobre la llamada de Dios: a la vida y al servicio, con alegría y esperanza.
• Generar espacios de encuentro, oración y reflexión sobre el proyecto de Dios en nuestras vidas.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

• Concientizar a todos los bautizados sobre la corresponsabilidad que tenemos con las diversas vocaciones.
• Animar a las personas y comunidades a vivir en clave vocacional para lograr una cultura vocacional.
• Ofrecer a las comunidades medios de formación e información sobre la vida y la misión de nuestra Iglesia particular (sinodalidad).

CONVICCIONES SOBRE LA PASTORAL VOCACIONAL

1) Hablar de pastoral vocacional es afirmar que toda acción pastoral de la Iglesia está orientada, por su propia naturaleza, al discernimiento vocacional, en cuanto su objetivo último es ayudar al creyente a descubrir el camino concreto para realizar el proyecto de vida al que Dios lo llama. La pastoral vocacional ha de colocarse en estrecha relación con la evangelización, la educación en la fe, de forma que la pastoral vocacional sea un verdadero itinerario de fe y lleve al encuentro personal con Cristo, y con la pastoral ordinaria, en especial con la pastoral de la familia, de tal modo que los padres asuman, con gozo y responsabilidad, su misión de ser los primeros animadores vocacionales de sus hijos.

2) La pastoral vocacional tiene su «humus» más adecuado en la pastoral juvenil. Pastoral juvenil y pastoral vocacional han de ir de la mano. La pastoral vocacional se apoya, surge y se desarrolla en la pastoral juvenil.

3) La oración ha de ocupar un lugar muy importante en la pastoral vocacional. Lo dice claramente el Señor: «Oren al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies» (Mt 9, 38). La oración constituye el primer e insustituible servicio que podemos ofrecer a la causa de las vocaciones. Puesto que la vocación es siempre un don de Dios, la llamada vocacional y la respuesta a dicha vocación solo puede resonar y hacerse sentir en la oración, sin que ello sea entendido como un fácil recurso para desentendernos de trabajar en la evangelización de los jóvenes para que se abran a la llamada del Señor. Orar por las vocaciones supone, en primer lugar, orar y trabajar por la fidelidad a la propia vocación; crear ambientes donde sea posible escuchar la llamada del Señor; ponernos en camino para anunciar el «evangelio de la vocación», promoverlas y provocarlas. Quien ora de verdad por las vocaciones, trabaja incansablemente por crear una cultura vocacional.
Papa Francisco.

¿QUÉ ES LA CULTURA VOCACIONAL?

Es una cultura nueva que se hace progresivamente mentalidad, sensibilidad y pedagogía de vida, y que mira al futuro como expresión de la nueva evangelización.

La cultura vocacional es la que anima el autoconocimiento, el discernimiento y el acompañamiento para ayudar a las personas a descubrir que todos los días son llamadas a vivir en plenitud.

La vocación debe ser vivida fielmente, debe ser estable, permanente y definitiva, tanto en lo intelectual como en lo emotivo, ya que todos los días Dios nos llama.

Tenemos la hermosa corresponsabilidad de ayudar a descubrir al otro la belleza del llamado. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario